Pasajes de : Un Mundo al Revés
La Fama Cuesta
Tan efímera y pasajera
como hojas pisadas en otoño
que como un puñal de doble filo
esta enemiga silenciosa
se va acercando paulatinamente
haciéndoles creer, ser su mejor amiga
primero les acaricia,
luego les abraza,
hasta que llegan a creer
que por siempre perdurará
sin separarse de ellos,
mientras les oculta un vacío
cuando su banal adicción
les quiere abandonar;
mientras que poco a poco
va succionando sus vidas
desequilibrando su ser,
desorientando sus sentidos,
elevando el ancla a la ética
¡porque ella!
desconoce la moral.
7/8/2007
Es normal que muchos famosos se ‘mareen con los aplausos’, siendo absorbidos
por la legendaria vanidad. La que nunca se sacia de alimentarse de sus víctimas.
Llegando al extremo de que muchos de ellos, se ‘la creen’ sintiéndose o creyéndose dioses,
debiendo pagar un precio muy alto, por tanta jactancia. Más conocidos como los “dioses” de la nada. La mayoría de los famosos caen en la trampa que se oculta entre caricias, sin jamás saciarse.
No todos, pero sí una gran parte de ellos. La totalidad de las veces no son más que pequeños demonios caídos del cielo. Cegados por la avaricia, interrumpidos por la conciencia. Una mano les muestra el dulce, el mismo que cuando lo van a tomar, descubren que no era tal;
sino una fuerte hiel muy despreciable de beber, invade sus sentidos.
Sobre todo cuando se dan cuenta que no les importa los medios para lograr mantenerse en lo alto.
Tan vil amiga (quién en realidad es enemiga); que les ponga en lo alto de la cúspide de la farándula.
Nunca debemos olvidar que ésta, es muy traicionera. Es tan traicionera, que un día te sube
a lo más alto de la “gloria”. Al siguiente te pude enterrar, poniéndoles una lápida como adorno
de la frivolidad. Y muchos famosos por mantenerla, harían cualquier cosa por no salir de tal vanidad.
Y muchas veces ---casi siemprel ---les arrastra a perder sus principios. Quiénes lo tienen, claro.
A continuación, viene un pequeño ejemplo de ello.
El precio de la avaricia. En la que muchas veces se quedan sin el “pan y sin la torta”.
Tal como les ocurrió a Alonso y a Hamilton en 2007; proclamándose Kimi Räikkönen
campeón del mundo con Ferrari.
Hay situaciones es que convivimos con el enemigo...